En la revolución francesa (1789), el pueblo francés se levantó contra la monarquía absoluta cortando la cabeza a su monarca Luís XVI. Después de este hecho la Francia de hoy sigue siendo igual de revolucionaria que entonces, como bien se puede observar en los acontecimientos que se están viviendo estos días.
Sin embargo la historia de nuestro país es completamente diferente a la de nuestros vecinos. Nosotros, hemos vivido durante siglos siendo los súbditos de monarcas absolutos como los reyes católicos, o el incompetente de su nieto, Carlos v que ni si quiera hablaba bien el castellano.
Tampoco hemos tenido un mayo del 68, ni una primavera de Praga…
Vivimos actualmente en una monarquía que no es más que un déficit democrático que sufrimos por herencia del pasado.
Todo esto nos evidencia la importancia del pasado en los comportamientos presentes de cualquier país.
La huelga general que se está viviendo en Francia tiene como motivo de protesta la oposición del pueblo francés a un proyecto de reforma laboral presentado por el gobierno de Sarkozy, en la cual se quiere aumentar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años.
Millones de franceses, desde estudiantes de secundaria hasta obreros de las refinerías han salido a las calles para rechazarla.
Según el gobierno, esta reforma responde a imperativos demográficos, ya que si la esperanza de vida ha aumentado, la vida laboral también debe aumentar.
Pero lo que la gente que esta en la calle teme es la supervivencia del Estado de Bienestar, no quieren que sus nietos vivan peor que nosotros. Esta reforma pone en peligro la solidaridad entre generaciones.
Los jóvenes de secundaria, por su parte, no entienden como encontrarán trabajo en un futuro, ya que al aumentar la edad de jubilación las ofertas serán más escasas.
¿Cómo es posible, que con todos los adelantos tecnológicos e intelectuales que estamos viviendo en nuestro siglo, estemos empezando a tener que vivir cada vez peor?, ¿es todo esto la consecuencia que debemos pagar del capitalismo?, ¿Nos hemos quedando desprotegidos e indefensos ante la creciente globalización?
La sociedad francesa es una sociedad que siempre ha marcado su camino, son idealistas. Y en estos momentos, Francia nos representa a todos.
